vista del edificio en la Rue de la Halle, Cahors

Volvamos a Cahors, el herido, la bestia negra. Se encuentra en el centro de las guerras de religión. Rodeado por las tropas de Enrique IV en 1580, resiste en vano. El Rey de Navarra entra en la ciudad y se instala en el Hôtel de Roaldes, que extrae prestigio y joyas de esta victoria. En general, el destino de Cahors está íntimamente ligado a la religión, ya que la carretera de Saint Jacques de Compostela, atravesando la ciudad, ha contribuido mucho a su desarrollo.
(5 de Julio de 2006)