Esta región, según las campañas arqueológicas realizadas, ha tenido ocupación humana desde la prehistoria, existiendo vestigios de varias épocas, como un trozo de muralla Fenicia de siglo VIII a. c. En 1292, el rey D. Dinis mandó hacer reparaciones y reforzar las defensas del castillo, así como la construcción de la torre principal o torre de homenaje. Con la época de los descubrimientos, Tavira creció en importancia, la cual se mantuvo hasta la Guerra de la Restauración, cuando el castillo fue modernizado por orden de D. Joao VI. En 1755, el terremoto provocó serios daños en el fuerte de los cuales nunca se ha recuperado. Clasificado como Monumento Nacional, lo que resta del castillo medieval permite observar las diversas etapas de construcción de esta estructura militar. Tavira es uno de los lugares del Algarve que, a pesar de ser un centro turístico fuerte, aún se puede enorgullecer de no haber sido invadido por el exagero crecimiento urbanístico y comercial. Es una ciudad que parece sacada de un cuadro, con una belleza tradicional, conservada por las casas y calles del centro histórico, y no deja de tener suma importancia a través de sus imponentes monumentos, como el castillo o el bonito puente romano que constituye la unión entre los dos orillas de «Tavira». El río Gilão, que atraviesa la ciudad, es el palco para las típicas embarcaciones de pesca que por allí pasan, ya que muchos de sus habitantes son hombres de mar. Con el privilegio de tener la Ría «Formosa» como vecina, «Tavira» gana adeptos tanto de la naturaleza como de sus playas e islas magníficas.

(22 de Abril de 2019)