Era pues, paso fundamental e imprescindible para la comunicación entre el sur y el norte de
Portugal y esto fue el motivo para que este estratégico puente motivara el nacimiento y el devenir de la villa de Ponte de
Lima. Esta estratégica ubicación provocó que Ponte de Lima fuera amurallada en el siglo XIV por orden de Don Pedro I. Así surgió en su interior el burgo medieval, que era vigilado por nueve torres, de las cuales como veremos solo se conservan dos.