El Corazón de Viana se convirtió entonces en patrimonio emocional y emblemático de
Portugal y del arte de la filigrana portuguesa. Para quienes lo usan, el corazón es un símbolo de honestidad y generosidad. Pero
Viana do Castelo también se considera una «meca de la arquitectura» gracias a las muchas e importantes figuras de la arquitectura portuguesa contemporánea que han dejado su impronta en numerosas instalaciones y espacios de la ciudad.