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EN BUSCA DE LAS RAICES (1ªPARTE)

America Latina al igual que España tenemos en nuestra identidad una enorme riqueza cultural por ser fruto de dos civilizaciones, una la romana que nos aporto la latinidad y la otra la islámica que nos añadió una sensibilidad especial para entendernos con nuestros hermanos del Norte de Africa y de Oriente y del resto del mundo islámico por ser parte de nuestras raices el acerbo cultural y la afinidad por el arte exquisito del mundo oriental. Al contrario los barbaros del Norte (anglosajones de Inglaterra y de los Estados Unidos de America) pertenecen a una civilización atrasada y arcaica de la Edad del Hierro y sus antepasados los barbaros del norte (vikingos) eran gentes sin cultura dedicadas al pillaje y a la devastación de los pueblos civilizados y desafortunadamente no han cambiado (tal es el ejemplo de su presencia ingrata en Afganistan e Irak).

4-INTEGRACION DE LOS PUEBLOS IBEROAMERICANOS EN LA IDENTIDAD ORIENTAL

En los tiempos actuales, convulsos y con una hostilidad constante entre civilizaciones, que desde las Cruzadas no existía, Oriente y Occidente, nunca habían tenido esta falta de entendimiento, que es originado, quizás por la injerencia del mundo Occidental en la vida política y social de Oriente, con la presencia militar de Occidente, en la tierra sagrada donde Mahoma<<la paz sea con Él>>, recibió la misión profética de Allah.
Por parte de una inmensa mayoría de la población musulmana, independiente de la posición de sus gobiernos, no les es grato ese contacto con el mundo Occidental en esas circunstancias, puesto que no son relaciones amistosas entre ambos mundos, y sí, hostiles y de imposición de sistemas políticos sin tradición en el mundo oriental, que para el, la única fuente de regulación de la vida social, política, jurídica y religiosa, es el Corán, Libro Sagrado, revelado al Profeta Mahoma << la paz sea con Él>> por Allah.

Hasta el siglo XVIII, ambas civilizaciones, Oriental y Occidental, tenían la misma concepción teísta sobre el origen de la autoridad, la cual procedía de Dios y delegaba, en Occidente en el Rey o el príncipe, y en Oriente, en el Califa, como jefe espiritual de la comunidad islámica o comunidad de creyentes.
En el siglo XVII, en Occidente, se desarrolla el racionalismo que plasma, en el siglo XVIII, la Enciclopedia y a sus pensadores.
Es, Juan Jacobo Rousseau, con su “Contrato Social”, quien cambia la tesis en el mundo Occidental, del origen de la autoridad, transmitiendo que la soberanía o autoridad reside en la nación.
Así, pues, entre Oriente y Occidente se produce un cisma, con una concepción distinta de entender la vida del hombre y el respeto a las creencias de ambos mundos.
Para Oriente, Jesucristo<<la bendición de Dios sea con Él>> es el más grande de los profetas, antes de la llegada del último de los profetas, Mahoma<< la paz sea con Él>>, y al contrario para Occidente, Mahoma<< la paz sea con Él>>es un impostor.
Ante esta situación de incomprensión e intolerancia inadmisible en los tiempos actuales del mundo Occidental, España y Turquía, respectivamente, a través de su presidente de gobierno y de su primer ministro, han tenido la iniciativa de exponer en la ONU la idea de “La Doctrina de Alianza de Civilizaciones”, con la aprobación de Kofi Annan, como Secretario General y es un reto que debe afrontar firmemente Occidente, para que, con un entendimiento con Oriente, se obtengan en el futuro prósperos resultados.
Cuanto más sea el esfuerzo, la solidaridad y el interés de todos los Estados en colaborar en el desarrollo de esta Doctrina, mayores serán las probabilidades de éxito que podrán obtenerse.
España, está comprometida en esta idea, por su doble identidad cultural latina y oriental, perteneciente a ambas civilizaciones y cuando los españoles conquistan y colonizan América, llevan un gran bagaje cultural islámico a principios del siglo XVI.
América Latina encontrará en el Islam sus raíces históricas, base de las dos culturas, donde está asentado la identidad latinoamericana, una, procedente de la identidad cultural española, que desde los siglos VIII al XV fue islámica en parte del territorio peninsular y en el resto, por sus orígenes y

su influencia cultural y social con la población mudéjar, también fue post-islámica, y la otra parte africana, continente donde más extendido esta el Islam. Es por ello por lo que España traslada a América su identidad cultural, latente en su idioma, en sus manifestaciones artísticas, costumbres, literatura, derecho, etc., típicamente musulmanas.
El papel que la América latina juega en el mundo actual, ha de jugar en un inmediato futuro, por su capacidad productiva, sus riquezas efectivas o potenciales, por el peso de sus valores culturales, ha sido comprendido hace tiempo por España, y esta compresión hará el futuro más efectivos, los vínculos que nos unen y que se justifican ellos mismos.
Por ello, el futuro de América latina está indisolublemente unido a España y si España se incorpora a esta doble identidad por lazos fraternales, América latina seguirá sus pasos.
España desea que América latina este presente en el Foro Internacional y que participe solidariamente en la recuperación de esta doble identidad, integrándola conjuntamente a ella, en esta función de arbitraje que España se ha impuesto como mediadora entre ambas civilizaciones.
La herencia islámica ha estado íntimamente vinculada a la cultura hispanoamericana, desde el siglo XVI, donde en la época del virreinato del Perú, sus ciudades mineras enseñaron y enseñan todavía por tradición, la genial obra de los maestros artesanos mudéjares. Es digna de mención la Capilla Real de Cholula en Mexico, que es una autentica joya e imitación de la gran Mezquita de Córdoba (España), con sus bóvedas y arcos que representan la espiritualidad islámica en territorio mexicano.
En la colonia Santa María la Ribera de la Ciudad de México, existe una construcción mudéjar, construida en el año 1884, y que, en el año 1910, se traslado a la Alameda de Santa María la Ribera, siendo este monumento considerado “Patrimonio Histórico de México”, utilizándose actualmente en conciertos musicales, representación teatral, muestra de cine y otros usos varios.

Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”