Las vistas desde la Fortaleza son espectaculares.
En primer termino la iglesia de los franciscanos. La fachada conserva parte de la portada románica original, de mármol rojo y blanco, pero fue modificada en la época del Barroco, lo que se observa a simple vista. El interior se divide en tres pesadas naves que contrasta con el luminóso ábside gótico de tres naves de igual altura, obra maestra de Hans von Burghausen.