Algarrobo: Familia González-Morales....

Familia González-Morales.
Por Eulalia Turiño Méndez.
Jacinto González y Eutimia Morales vivían en Algarrobo gracias a un pedazo de terreno cedido por mi abuelo Fausto en la finca de tía Cope, muy próximo a Algarrobo al lado del camino real. A ellos no les iba mal allí. Recuerdo que tenían una bodeguita y los vecinos por supuesto tenían que "caer allí" a buscar un centavo de sal, de azúcar, o cualquier otro producto. Sí todo era muy barato, pero ¡qué trabajo costaba tener dos centavos. ¡Cuánto deseaba yo tener 2 centavos para comprarme una cajita de chikle que contenía dos unidades!. ¿Cuántas veces fui o iba un hermano mío a la bodega de Jacinto o a la de Norberto Ruíz con uno o dos huevos dentro de un cartucho de estraza para comprar azúcar, mortadella, salchichón, (un pedacito por supuesto pero alcanzaba para un arroz amarillo)?. Huevo que a veces se lo sacábamos a la gallina del fondillo. Mi mamá o mis hermanas veían que la gallina iba a poner y para apurar el "parto", le colocaban sal en el fondillo y "allá iba la gallina que se mandaba para el nido" y ponía obligatoriamente el huevo. Se tentaban las gallinas diariamente, o sea se les introducía un dedo en el fondillo para saber si tenía huevo para el día siguiente. Mi hermana Esnilda era "especialista" en tentar gallinas y en broma hacía que nos tentaba a nosotras las niñas más pequeñas mientras exclamaba ¡tiene huevo pa mañana!. Esto no le resulta creíble a las nuevas generaciones pero así vivía el campesinado pobre. Por muchas que hayan sido las necesidades pasadas con el Período Especial, con el derrumbe del socialismo en Europa del Este, con el bloqueo criminal de Estados Unidos contra Cuba, no es comparable con la miseria en que nació y creció la generación que va en decadencia por ley natural de la vida y generaciones pasadas. Vergüenza me daba de niña llegar con los huevos a la bodega porque para colmo siempre había un "graciosos" que decía "ahí viene Eulalia (o fulana) con los huevos en la mano". Además mi mamá nos decía que pidiéramos la contra. Nos daban un pirulí y ¡corre para la casa con los "mandados"!. Jacinto y Eutimia tuvieron 5 hijos: Orel. Osneida, Ondalys, Oralys y Omar. Orel fue un modelo para los campesinos de la zona por familiar y cariñoso. Cuando triunfó la Revolución se integró a la Marina de Guerra Revolucionaria con base en Mariel, lo ascendieron a cabo y aquel grado era todo un acontecimiento. En verdad el grado de cabo significaba mucho en aquel momento. Su mamá colocó una foto de Orel con su grado de cabo y su boina de marinero en la sala y lo veíamos precioso. Según salía de vacaciones andaba el barrio entero, casa por casa saludando a todos. De ahí los comentarios: "no se olvida de nadie", no "es engreído", etc. Recuerdo que antes del triunfo de la Revolución él vendía "chivichanas" de lotería y salía por el barrio vendiendo, decía "traigo chivichanas que sacan"y nos comentó después que en voz baja agregaba:"el dinero del bolsillo" (o sea chivichanas que sacan el dinero del bolsillo, no que sacan premios). Uno de los bombardos de la fuerza aérea de la tiranía de Batista a Algarrobo lo sorprendió yendo para mi casa a proponer chivichanas y pasó tremendo susto protegiéndose debajo de una mata de mango en la finca de tía Mombo. Osneyda (Junto con mi hermana Elvira) fue la primera becada que tuvo Algarrobo. Había un político del Directorio o del 26 de Julio que llevó la convocatoria y las dos que respondieron fueron ellas. Las becaron en la Habana, pasaron Minas de Frío, Topes de Collante y Tarará. Se hicieron maestras Makarenkos y dedicaron todos sus años a la educación (Aún mi hermana Elvira con 67 años se desempeña como maestra). De Ondalys no supe mucho su destino en Cuba, así como de Omar, el cual no conocí. Pero ambos fueron a parar a Estados Unidos. Omar desertó de una misión o en un viaje al exterior y mucho que sufrió su madre porque pasaron muchísimos años, hasta la muerte de Jacinto ocurrió y Omar no venía a Cuba. Orialys No mantenía muy buena conducta en la escuela, "se portaba mal con la maestra, hasta la pellizcaba. Tal vez porque los maestros no eran del lugar, se hospedaban en casa de Jacinto y ella sentía confianza, pero era "malcriada" como decíamos los demás alumnos. Pero con todo y con eso era mi amiguita, jugábamos a las muñecas, su mamá me quería mucho y me admiraba porque decía que yo tenía una letra muy linda (cosa que yo nunca reconocí, no por modestia, sino porque no lo creía así). Jacinto y Eutimia por el hecho de tener un bodega y vivir junto al camino real conocieron a los Rebeldes de la zona y recuerdo que al triunfar la Revolución no volvían por allá aquellas personas "tan Grandes" para nosotros, tan reconocidas. Pero sí vi en una ocasión a Rolando Cubela en casa de Jacinto allá por los años 60. Lo reconocía muy bien porque siempre me llamó la atención, como niña, aquella barba rubia, no común en los demás y yo lo veía bonito. Después he pensado que aquella visita a Algarrobo de Rolando Cubela, no fue de gratitud sino buscando tal vez algo relacionado con sus intereses de traidor a la Revolución. Jacinto y Eutimia se mudaron años más tarde para Minas Bajas o Placetas. De su casa-bodega quedan algunos cimientos y muy próximo al lugar construyó Romelio Fonseca una casa que le daría envidia a la Eutimio y Jacinto porque tiene todo lo que no tenía aquella, mampostería, cemento, placa, bien amueblada, electricidad y efectos electrodomésticos. Pero aquella otra fue la casita de esta familia buena y cariñosa a la cual ayudó mi abuelo y a donde íbamos a buscar mandados con huevos en la mano, o a veces fiado y que de contra, le pedíamos "la contra".