Detalle casa, Bergerac

Aquí, antes de sentarse a la mesa, más vale abrir el apetito. En primer lugar, conviene dar una vuelta por los mercados para comenzar a salivar delante de los puestos de aves de corral, patos, etc.! Ah, y esas fresas, esos melones, esas castañas, esas nueces recién cogidas...! Y, por supuesto, la trufa, cuando llega el invierno. Después, encontramos una buena mesita al fresco, en una terraza o delante de un buen fuego de chimenea, y... Por último, se puede disfrutar de placeres sencillos pero irremplazables, como la degustación de un fuagrás de oca sobre una rebanada de pan rústico tostado, acompañado de una copa de Monbazillac.
(4 de Julio de 2006)