Patio florido y casa, Beynac-et-Cazenac

Simón de Montfort se apodera de manera sucesiva de los castillos de Montfort, Domme y Castelnaud y llega finalmente al de Beynac, gobernado, según Pierre dels Valls de Cernay, cronista de los cruzados, por un señor «muy malo, muy cruel, y muy violento, opresor de la iglesia». Sobre esta gran frontera que representa la Dordoña, tildar los señores locales de herejía constituía una excusa fácil para someter a la región. Aunque el señor de Beynac no ofreció resistencia y proclamó que era «el único sobre esta tierra en servir el rey de Francia y no el rey de Inglaterra», Montfort atacó el castillo destruyéndolo. Probablemente debido a la intervención del rey de Francia, el feudo permaneció en manos de los Beynac que reconstruyeron el castillo. Lejos de ser aniquilados por la cruzada, experimentaron un periodo de gran prosperidad, testimoniado por las numerosas ampliaciones de la casa señorial.
(2 de Julio de 2006)