Torre y abadía de Saint-Pierre, Brantôme

La abadía benedictina de Brantôme es sin duda una de las joyas del patrimonio religioso del Périgord. Fundada según la leyenda por Carlomagno que hubiera ofrecido las reliquias de uno de los Santos Inocentes llamado Sicario (Sicaire en francés), la abadía fue originalmente troglodítica antes de liberarse poco a poco de la roca. El acantilado de piedra calcárea detrás de los edificios contiene cavidades talladas por el hombre y transformadas después en canteras, incluyendo la cueva enigmática del “Juicio Final” decorada con dos bajorrelieves monumentales.
(4 de Julio de 2006)