Detalle en la escalera de la Abadía, Brantôme

Brantome en Francia es uno de esos lugares un tanto ocultos que guardan una gran historia, una arquitectura única y una belleza natural única. La fundación de este monasterio dedicado a Saint-Pierre se atribuye tradicionalmente a Carlomagno, que trajo aquí las reliquias de uno de los Santos Inocentes, pero de hecho, no es hasta el 818 que figura documentado este lugar, cuando fue declarado exento. Inicialmente los monjes habrían ocupado los abrigos naturales de la roca, en un lugar protegido y cerca del río. Aquel primer establecimiento monástico habría desaparecido a causa de las invasiones normandas, a mediados del siglo IX.
(4 de Julio de 2006)