El interior alberga algunos muebles muy hermosos, incluyendo un retablo barroco del siglo XVII, un magnífico gran órgano construido por Joseph Merklin en 1867, vitrales del siglo XIX y un Vía Crucis de Jacques-Emile-Lafon (siglo XIX). La catedral se ha enriquecido con una reliquia, exhibida en la sala capitular (un pedazo de hueso del Beato Carlos de Habsburgo, el último emperador de Austria). Termine su visita pasando por el claustro (entrada pagadera) para disfrutar de un poco más de paz y tranquilidad y tomar un descanso panorámico en el jardín Thoin. Finalmente, para una foto de recuerdo esencial, diríjase hacia la Isla del río. Tome el puente Barris y admire el esplendor que le sobrevuela entonces.

(4 de Julio de 2006)