Casa fortificada, Saint-Amand-de-Coly

Esas casas que son tan bonitas no es que se mantengan así desde que se construyeron, no. Resulta que el pueblo está minuciosamente restaurado y gracias a eso se ganó la distinción de ser uno de los más bellos de Francia. Aunque sea de los más bonitos – bonito lo es, no lo negaré – o tiene mucho que ver más allá de su iglesiota, que ya es una buena excusa para ir. Tiene todavía por allí restos del antiguo hospital de peregrinos que data del s. XIV y fue restaurado en el XVIII, alguna que otra casa y poco más. Puede que lo que más llame la atención sean los tejados de sus casas, inclinadísimos, y que les dan una imagen picuda a las viviendas y un aire muy de cuento que en noche de tormenta pasaría a ser una historia de terror. Imagínate allí con esa iglesia descomunal, totalmente desnuda, las ruinas de la abadía que la rodean, las calles estrechas y los hierbajos, los tejados casi en pico.
(2 de Julio de 2006)