La biografía benedictina de San Sorus, escrita en el siglo XI, lo describe como miembro de una comunidad monástica alrededor de 550-585, se dice que era solitario y primitivo, y afirma que frecuentaban las cuevas de la zona, ahora las rocas de Saint Sour. Se cuenta la historia de los trillizos trinitarios, santos de Auvernia que salieron de su santuario subterráneo alrededor del año 585. Estos monjes toscos y peludos se llamaban Armand, Cipriano y Sorus. El primero se aleja y funda el monasterio de Saint Amand de Coly. El segundo, sin saberlo, lo imita huyendo y funda el monasterio de San Cipriano, también en Dordoña. Sorus, discapacitado y enfermo, solo pudo instalar su pequeño monasterio en Genouillac (lo que es hoy Terrasson) en el sitio de la Iglesia de Saint Sour.

(1 de Julio de 2006)