Actualmente es un placer visitar la ciudad, intramuros el concepto urbano cambia radicalmente de su percepción exterior que conserva absolutamente su impronta medieval. Sus calles peatonales, encantadoras capillas, comercios, restaurantes y cafés son parada obligatoria para el turista que deambula a placer por sus calles, descubriendo rincones que han permanecido imperturbables en el transcurso del tiempo.