Calle y edificios, Béziers

Béziers, pasado cátaro: El Languedoc francés lleva escrito su pasado en sangre en los libros de Historia. Hogar de los antiguos cátaros, esta bella e histórica región vivió casi dos siglos de persecuciones y cruentas batallas desde que Inocencio III, Papa de Roma, decidiera convertir en una cuestión religiosa el exterminio de los considerados herejes de Albi. Desgraciadamente, Béziers se convirtió, en el año 1209, en el ejemplo que utilizó la Iglesia para dominar a todas aquellas ciudades que habían acogido en su seno a los cátaros. Los albigenses (más conocidos como cátaros) defendían que el mundo fue creado por alguna entidad satánica, creían en la reencarnación y en realidad, se consideraban cristianos. Eso sí, no reconocían a la Iglesia, y por lo tanto, estaban separados de sus dictados. Fue esta última actitud la que hizo que la Iglesia de Roma los excomulgara y persiguiera. Aquellos cátaros se encontraban, sobre todo, en la zona comprendida entre Toulouse y Montpellier, en esta zona del Languedoc, comprendiendo ciudades como Carcasonne, Albi y Béziers, lugares que conforman la llamada ruta de los castillos cátaros.
(10 de Abril de 2009)