Virgen en una hornacina, Carcassonne

La Basílica de Saint-Nazaire fue, en su origen, la antigua catedral de Carcassonne, cuyas piedras consagró el mismísimo Papa Urbano II sobre las ruinas de un antiguo templo carolingio. Aunque se construyó en el siglo XII siguiendo el estilo del Románico, que aún podemos apreciar en elementos como el campanario o la disposición de la nave, posteriormente se le incorporaron otros componentes propios del Gótico, como el ábside y la vidriera central, que llena de luz este santuario y donde se representan escenas de la vida de Cristo. La restauración de Violet le Duc, al que ya hemos mencionado en previamente como artífice de la gran renovación del casco histórico de Carcassonne en el XIX, llenó la basílica de gárgolas y balaustres que contribuyeron a enfatizar su aspecto gótico, reforzado por las agujas.
(6 de Abril de 2009)