Delante de la iglesia, la llamada cruz sicariana, vendría del lugar del milagro de Santo Domingo. Aquí es donde Dominique de Guzmán se establecerá para combatir la herejía, como fue su misión en Languedoc. En primer lugar, se trasladó a Montreal de 1206 a 1215, donde dirigió en 1207 una disputa general de evangelización.