Inmensa catedral de San Justo y San Pastor, Narbonne

El claustro de la catedral de Narbona, al sur del edificio, no se terminó nunca. Se inició en 1272 y las obras duraron hasta finales de 1340. Como quiera que para continuarlas habría sido necesario demoler una parte de las murallas romanas, los cónsules de la villa se opusieron originándose un pleito entre el capítulo y los cónsules. En 1353 el príncipe Negro atacó la ciudad y la muralla demostró ser una buena defensa de la misma, por lo que no se volvió a hablar de su demolición. Un segundo claustro se edificó entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV. A principios del siglo XVIII un arzobispo quiso continuar las obras dando origen, con ello, a un curioso edificio que se encuentra en el lado oeste. A mediados del siglo XIX Viollet-le-Duc quiso ponerle la fachada, pero no lo consiguió.
(4 de Abril de 2009)