Hay que fechar el conjunto mayoritariamente en la segunda mitad del siglo XII, aunque la primera mención de la iglesia es de finales del siglo XI: en abril de 1090 o 1091 es mencionada la iglesia en la carta pueblo de Vilafranca de Conflent, otorgada por el conde de Cerdanya Guillem Ramon Y. El obispo de Elna, Artau II, concedió la autorización para la construcción de la iglesia, que debía estar sujeta perpetuamente a la canónica agustiniana de Santa María de Cornellà de Conflent