Maquinaria del martillo pilón, Villefranche-de-Conflent

Con esta medida, el Conde de la Cerdaña no podía ganar dinero. Decidió instituir un mercado para vender todas las mercaderías del lugar. En aquéllos años estaba prohibido crear uno de estos comercios a menos de 40 kilómetros de Vilafranca. Todo el mundo tenía que acudir a éste. La gente que entraba y salia con mercancías debía pagar los pertinentes impuestos. De esta manera, el Conde de la Cerdaña empezó a ganar dinero.
(5 de Abril de 2009)