Durante la Guerra de los Segadores, en 1654, el ejército francés sitió y tomar la ciudad, y ya no lo abandonaron Además, en virtud del Tratado de los Pirineos. Vauban modernizó el antiguo sistema defensivo, muy deteriorado por la guerra, haciendo de la ciudad una gran fortaleza de planta pentagonal, con un gran baluarte en cada ángulo. También hizo construir otras fortificaciones externas complementarias, entre las que la de la Cueva Bastera, una gran caverna natural de unos 200m de extensión, convirtiéndola en casamata, y sobre todo, el fuerte Liberia, construyendo a media ladera de la montaña de Benlloch. En el siglo XIX, Napoeló III unió Vilafranca con la fortaleza, desde el nivel del puente de San Pedro, por un sótano conocido como el de los 1000 escalones, aunque tiene unos cuantos menos.

(5 de Abril de 2009)