Dos largas calles forman el trazado urbano de la villa: el de San Juan, que da a la puerta de España, y el de Santiago, en la puerta de Francia. Pasando junto al baluarte de la Carnicería y del puente de San Pedro (del siglo XII), y traspasando las vías del Tren Amarillo, un camino sube hacia el Fort Liberia. Entre el camino y el sótano hay una persona a la que comprar las entradas para visitar la fortaleza. Es recomendable, aunque haga sol, subir por el camino y luego bajar por las escaleras del subterráneo
(5 de Abril de 2009)