descubrimos Collonges-la-Rouge. que sigue siendo para nosotros una aparición mágica, un rubí colocado milagrosamente en el entorno verde de la campiña de Corrèze. En efecto, aunque su nombre anuncia claramente el color, la sorpresa es total cuando se ve por primera vez esta sorprendente pequeña ciudad construida en piedra arenisca roja y erizada de unas veinticinco torreones que adornan las casas nobles de este singular lugar construido. Siglo VIII. La explicación de este particularismo singular es geológica y se debe a que la arenisca local se tiñe de rojo de forma natural gracias al óxido de hierro que contiene el suelo.

(7 de Julio de 2006)