Al bello patrimonio le tenemos que sumar su situación encima de una colina, rodeada de verdes prados y bosques, con su castillo custodiando las casas que se extienden sobre la ladera. Un bello conjunto que junto a su importante papel histórico le ha valido para formar parte de la lista de los pueblos más bonitos de
Francia. El interior del pueblo con sus calles empedradas y sus casas con tejados de piedra gris conservan un encanto especial digno de admirar. Sin duda es una visita obligatoria si visitamos el departamento de Correze en Francia.