Lateral izquierdo de la Abadía de Sainte- Foy, Conques

En Conques, en 1794, tuvo lugar un auténtico complot, urdido por André Bénazech, un sacerdote refractario (es decir, opuesto a la Constitución civil del clero), y antiguo canónigo, con la ayuda de algunos adictos. Aprovechando una tormenta, se dirigieron en la oscuridad de la noche a la abadía, provistos de cestos, se apoderaron de los relicarios y los repartieron entre ellos, dirigiéndose posteriormente cada uno a su casa para ocultarlos. A la llegada de los comisarios y gendarmes procedentes de Aubin, la cabecera de distrito, se cargó el latrocinio a la cuanta de unos hipotéticos caldereros ambulantes. A pesar de la investigación llevada a cabo, no hubo ningún resultado. Este robo provocó sonrisas entre los habitantes de Conques, que pusieron en circulación el rumor de que se trataba de una argucia urdida por la propia Santa Fe.
(6 de Julio de 2006)