Casa de piedra y madera, Conques

En el cruce del crucero, cuatro fuertes pilares suben en un arroyo hasta los arcos que sostienen el tambor octogonal de la cúpula sobre el desnivel. Más allá, el propio santuario está compuesto por un tramo recto que continúa en alzado tanto el trazado de la nave como la forma de herradura del coro cubierto por una bóveda de media cúpula alargada. Alrededor del santuario, las magníficas puertas romanas hechas de volutas de hierro forjado y rematadas por puntas afiladas de casi tres metros de altura aseguraban la protección de las reliquias contra cualquier codicia. Detrás de él, los peregrinos estaban alojados en el deambulatorio donde tenían a su disposición bancos de piedra para descansar después de su agotador viaje.
(6 de Julio de 2006)