En otoño de 1209 unos pocos meses después de iniciarse la cruzada albiguense, Simón de Montfort y su armada asediaron el castillo, aunque la mayoría de herejes ya habían huido a Montsegur. En el siglo XIII la villa tenía una situación estratégica porque estaba a mitad de camino entre Foix y Carcassonne por lo que floreció el comercio y el pueblo creció bastante hasta que trágicamente una inundación del río Hers en 1289 causada por la rotura natural de una presa en Puivert arrasó la ciudad.