Detalle virgen, Mirepoix

En Mirepoix se pone un poco de cordura a la anarquía rural ya que aquí se mezclan los elementos decorativos de las pequeñas poblaciones con el racionalismo urbano. Pero sin perder nunca su esencia de pueblo. Aquí los entramados coloridos cierran la plaza de los porches y decoran la casa de los cónsules. Aquí las piedras apiladas sirven para hacer puertas como la d’Aval, antiguo acceso en la muralla. El recorrido se remata con una interesante catedral y con el castillo de Terride, culpa y a la vez solución de todos los problemas de Mirepoix y que hoy sobrevive marginado a las afueras de la localidad.
(6 de Abril de 2009)