Grupo de casas, Padirac

Es hora de bajar a las profundidades de la tierra. Si hasta aquí ya seguramente estarás con la boca abierta, ¡ahora empieza lo mejor. Poco a poco, a través de galerías adaptadas, caminamos recorriendo la cueva. Decenas de figuras naturales decoran la cueva, bellos ejemplos de la erosión. Al final del camino adaptado, llegaremos al apeadero en el que nos estarán esperando los barqueros. Subidos ya en una de estas barcas, navegaremos durante un kilómetro, alucinando literalmente con la inmensidad de la cueva. Durante el trayecto está prohibido hacer fotos, más adelante los descubrimos, ellos tienen un sistema para fotografiar cada barca y después te las venden.
(3 de Julio de 2006)