Antes de llegar al embarcadero del otro extremo, pasarás por la ‘Sala de la Lluvia’, que se llama así porque «llueve» todo el año. Ya averiguarás por qué cuando la visites. Durante la visita se recorren más de dos kilómetros en total: una parte andando y la otra en barca (casi un kilómetro), como te acabo de contar. Esta visita es toda una experiencia pero prepárate para subir escalones, más de 300 (sin contar los que subirías/bajarías para llegar a la entrada de la cueva. Pero que eso no te eche para atrás, porque lo que vas a ver dentro de la cueva merece muchísimo la pena. Es imprescindible que reserves al menos un par de horas en tu planning del día para visitar esta cueva, porque merece realmente la pena. Mención especial se merece la audioguía ya que es súper completa y súper entretenida. Nuestra recomendación es que vayas a primera hora para evitar la enorme afluencia de las horas centrales del día.

(3 de Julio de 2006)