vista del Santuario Notre Dame, Rocamadour

Además de las reliquias del cuerpo de Amadour, el éxito del lugar vino dado por los milagros atribuidos a la Virgen Negra. Su popularidad era conocida en España y en Portugal por muchas capillas o cofradías. Por ejemplo, la iglesia de Sangüesa tiene aún una estatua de Santa María de Rocamador. Una milagrosa campana señalaba, por su tintineo, el salvamento de marineros en el mar. Este reconocimiento del mundo de los marineros valió a Nuestra Señora de Rocamadour el ser venerada en varias capillas como Finisterre o Quebec. A finales de la Edad Media, la iglesia fomentó este peregrinaje con la adjudicación a perpetuidad de indulgencias plenarias a las personas que recibieran los sacramentos de la penitencia y de la comunión en Rocamadour. Los días más conocidos para obtener estas indulgencias son el 24 de junio, San Juan Bautista, cuando esta fecha coincide con el día de Corpus Christi. Desde las restauraciones del santuario, la semana mariana de septiembre es una cita muy especial para cristianos de los alrededores.
(3 de Julio de 2006)