Casa pegada al despeñadero, Rocamadour

Roldán volvió a hacer sonar su olifante convencido de que su tío Carlomagno vendría a su rescate, pero no fue así. Los sarracenos ya había ocupado la parte superior del cortado, dejando a los hombres de Roldán en un fino desfiladero. Aunque Roldán y sus hombres lucharon con honor, la batalla dio como vencedores a los sarracenos, quienes además hirieron al joven Roldán. Éste herido de muerte en el llano de Roncesvalles intenta llegar al collado para hacer sonar por última vez el olifante. Cogiendo aliento y fuerza sopla con tanto vigor que éste se rompe por la mitad pero consigue su objetivo, Carlomagno por fin se alerta.
(3 de Julio de 2006)