Este precioso pueblo se encuentra en la cima de un vertiginoso acantilado de unos 100 metros de altura por lo que, mientras paséis por sus pequeñas calles en pendiente y muy sinuosas, os hará disfrutar de un bello paisaje y de una tranquilidad absoluta, que os hará sentir mucha paz a través de sus bonitas casas medievales. Situado en uno de los meandros del rio Le Lot y colgado en uno de sus acantilados, la primera impresión que asalta a tu vista es de una verdadera gozada para la misma, pero si unes a esto el poder pasear por sus pequeñas y tranquilas calles, entonces ya te enamora.

(5 de Julio de 2006)