Al final de la calle salimos a la carretera, y desde allí a los aparcamientos de la parte alta. Hemos llegado al extremo opuesto del pueblo. Si hemos empezado la visita por la Porte de Rocamadour, para volver hasta allí y luego continuar hasta los aparcamientos de la parte baja nos espera un agradable paseo totalmente cuesta abajo.
(5 de Julio de 2006)