Puerta principal de la abadía de Saint Gilles, Arles

La historia, o más bien la leyenda de este lugar comienza cuando san Gil lo elige para retirarse para practicar el eremitismo. Esta leyenda dice que el santo fue herido por una flecha lanzada por el rey visigodo Wamba mientras estaba cazando. Como compensación por el incidente, el rey le entregó unas tierras con el fin de que pudiera fundar la abadía. Este episodio habría que situarlo en el siglo VII. Inicialmente el establecimiento estaba dedicado a san Pedro y san Pablo. Wamba (600-688) fue rey de los visigodos entre los años 672 y 680, sucesor del rey Recesvinto. Simón Pedro, conocido también como San Pedro, Cefas o simplemente Pedro fue, de acuerdo con múltiples pasajes neotestamentarios, uno de los discípulos más destacados de Jesús de Nazaret. Su nombre de nacimiento era Simón bar-Jona y era pescador de oficio en el mar de Galilea. Por su seguimiento de Jesús de Nazaret, se constituyó en el apóstol más conocido y citado del Nuevo Testamento en general y de los cuatro evangelios canónicos y los Hechos de los Apóstoles en particular, que lo presentan bajo muy variados aspectos. También es citado por Pablo de Tarso en sus epístolas, incluyendo la Epístola a los gálatas donde lo refiere como una de las tres columnas de la Iglesia de Jerusalén. Figura de primer orden y de firme valor teológico en razón del ministerio que le confió el propio Jesucristo, es también conocido como el príncipe de los apóstoles. Dado el prestigio del que gozó en la Iglesia primitiva, proliferaron también los «escritos apócrifos» centrados en su figura, como el Evangelio de Pedro, el Apocalipsis de Pedro, los Hechos de Pedro, los Hechos de Pedro y Pablo, entre otros. Pablo de Tarso, de nombre judío Saulo de Tarso o Saulo Pablo, y más conocido como san Pablo, es llamado el «Apóstol de los gentiles», el «Apóstol de las naciones», o simplemente «el Apóstol». Fundador de comunidades cristianas, evangelizador en varios de los más importantes centros urbanos del Imperio romano tales como Antioquía, Corinto, Éfeso y Roma, y redactor de algunos de los primeros escritos canónicos cristianos —incluyendo el más antiguo conocido, la Primera epístola a los tesalonicenses—, Pablo constituye una personalidad de primer orden del cristianismo primitivo, y una de las figuras más influyentes en toda la historia del cristianismo.
(7 de Abril de 2009)