Pero también hay muy buenos ejemplos de arquitectura y arte medieval, como la Iglesia y Claustro de Saint-Trophime, singular al mezclar en su arquitectura el estilo románico con el estilo gótico, y el Priorato de los Caballeros de Malta, hoy convertido en museo. Pero los amantes del arte, se enamorarán de la ciudad por los rincones que Van Gogh retrató en sus famosos cuadros de Arlés. En la ciudad hay señalizado un circuitos por varios puntos que inspiraron al famoso pintor holandés, como la Plaza del Forum, que sale en su cuadro Le Café Le Soir, o la Plaza Lamartine, que pintó en la Maison Jaune. En cuanto a las compras e irse de copas, el lugar perfecto en Arlés es el Boulevard des Lices, donde además de poder saborear un delicioso capuchino en alguna de sus terrazas, también podremos comprar algo de artesanía local como cerámica o las conocidas como telas indias. Por último, no nos podemos perder su gastronomía típica, siendo la carne de toro y el queso de cabra los productos más famosos de la zona

(7 de Abril de 2009)