Detalle en la Basílica Menor de San Trófimo, Arles

Como bien es sabido, en el románico abunda el tema iconográfico del Juicio Final, dada la proximidad que creían, tendría este, en la Edad Media. El tema representa la segunda venida de Cristo (Parusía), para juzgar a vivos y muertos. Cristo aparece representado como juez, envuelto en una mandorla o almendra mística, en una postura rígida, hierática y sumamente simbólica (busca adoctrinar y cristianizar). Lleva la corona, pues se le representa como Rey de reyes. Aparece, como es habitual, rodeado por el tetramorfos, es decir, los cuatro evangelistas (Mateo, Marcos, Juan y Lucas), que cobran formas diferentes y que representan diferentes temas, que también presentan el libro de la vida, al igual que Cristo.
(7 de Abril de 2009)