Esquina en el palacio Papal, Avignon

Los enfrentamientos del siglo XIII entre papas y emperadores alemanes fueron uno de los factores que quebraron el sistema de la Cristiandad medieval. La crisis del imperio coincidió con el auge de los nuevos estados nacionales, con los que tuvo que contar el papado. Pero no se inició entonces una simple crisis política, sino un verdadero cambio de orientación que preludiaba una nueva edad. Los cambios aparecieron en muchos terrenos. En el ámbito geográfico se expandieron los límites del mundo medieval con los nuevos descubrimientos y viajes que culminaron con la llegada a América. En el ámbito político se inició un proceso particularista y centralista que imitaron todos los estados, incluido el papal. Pero este centralismo coincidió con no pocos ataques a la forma misma de entender el papado y las relaciones entre el poder temporal y el espiritual.
(8 de Abril de 2009)