Desde aquí puede seguir la carretera que continúa hacia el castillo que se alza en la colina sobre Les Baux-de-Provence. En el camino a través del pueblo, también pasará por un par de atractivos miradores (el mejor es quizás el de la Place Saint-Vincent, junto a la Capilla de los Penitentes), aunque las mejores vistas son desde el interior del castillo. También verás una gran cantidad de cafés y tiendas de regalos, una consecuencia inevitable de la enorme popularidad del pueblo. El castillo en ruinas, el castillo de Baux-de-Provence, se asienta sobre un promontorio rocoso sobre el pueblo y es una de las atracciones más populares de la Provenza. No te das cuenta de lo grandes que son los terrenos del castillo hasta que entras, pero el castillo ocupa unas siete hectáreas, es tan grande como el pueblo, y hay muchas murallas y torres en ruinas para evocar la historia del lugar. Como una pequeña capilla del siglo XII.

(9 de Abril de 2009)