Malabo: La dictadura de Macías...

La dictadura de Macías

Macías no tardó mucho en concentrar en su persona todos los poderes del Estado: en julio de 1970 creó un régimen de partido único, el PUNT (Partido Único Nacional de los Trabajadores); en mayo de 1971 partes cruciales de la Constitución fueron abrogadas; y en julio de 1972 se autoproclamó presidente vitalicio.

En julio de 1973 promulgó una nueva Constitución (la segunda del país), realizada a su medida, que creaba un Estado unitario, anulando el estatus anterior de federación entre Fernando Poo y Río Muni. Llevó a cabo una represión implacable contra sus oponentes políticos, que eran liquidados en las cárceles mediante simple y brutal apaleamiento. A causa de sus métodos dictatoriales, más de 100 000 personas escaparon a países vecinos; al menos 50 000 de los que permanecieron en el país murieron, y otros 40 000 fueron sentenciados a trabajos forzados.

El régimen de Macías se caracterizó por el abandono de todas las funciones gubernamentales a excepción de la seguridad interna. Debido al robo, la ignorancia y la negligencia, la infraestructura del país —eléctrica, de suministro de agua, carreteras, transportes y salud— cayeron en la ruina. La religión católica fue reprimida y el sistema educativo cerrado. Los peones nigerianos bajo contrato, que llevaban a cabo el grueso del trabajo en las plantaciones de cacao de Bioko, fueron deportados en masa a principios de 1976. La economía ecuatoguineana se hundió y los ciudadanos más cualificados y los extranjeros dejaron el país.

Las escuelas fueron cerradas en 1975 y el culto católico prohibido en junio de 1978. Nguema puso en práctica una campaña de africanización toponímica, imitando superficialmente el movimiento sociocultural de la negritud, reemplazando los nombres coloniales con nombres nativos: la capital Santa Isabel se convirtió en Malabo, la isla de Fernando Poo fue rebautizada como Masie Nguema Biyogo en memoria del propio dictador, y Annobón se convirtió en Pagalu. Como parte del mismo proceso se ordenó a toda la población que cambiara sus nombres europeos por nombres africanos. El propio nombre del dictador sufrió varias transformaciones, de forma que al final de su gobierno se le conocía como Masie Nguema Biyogo Ñegue Ndong.