La parada obligatoria al visitar el centro histórico de Lecce es la Piazza Sant'Oronzo. Este lugar, que lleva el nombre de Oronzo di Lecce, obispo de Salento y patrón de la ciudad, es sin duda el centro vibrante de la capital de Salento. Su evolución a lo largo de los siglos no ha borrado los restos del pasado, actuando como punto de conexión entre la historia de Lecce y su desarrollo contemporáneo.