El 22 de abril de 1998 el Papa Juan Pablo II la elevó a la dignidad de basílica menor pontificia. Basílica menor es un nombre honorífico que el Papa concede, mediante breve apostólico, a edificios religiosos católicos de especial importancia, atribuyéndoles el rango de basílica. La atribución y denominación no se refieren al estilo y tipología arquitectónica del mismo nombre.