Toda la zona sur y noreste de Nápoles se convirtió en área industrial, gracias principalmente al desarrollo de la industria siderúrgica. Durante la II Guerra Mundial,
Campania se convirtió en un campo de batalla tras el desembarco aliado en
Sicilia. Los combates fueron encarnizados, pero tras cuatro días de insurrección (26-30 de septiembre de 1943), la población napolitana expulsó a los alemanes y abrió la ciudad a los aliados.