Emiliano Zapata Salazar, Tlalpan

Esta estaua ecuestre de ZAPATA se encuentra en la Delegación de TLALPAN, Ciudad de México, DF. En la glorieta Huipulco, punto donde se reunió el Caudillo con "Pancho" Villa en 1914.

Fecha de nacimiento: 8 de agosto de 1879. ANENECUILCO, México.
Fecha del asesinato: 10 de abril de 1919. CHINAMECA, Morelos.

Estatura: 1.7 m

Hijos: Mateo Zapata, Ana María Zapata Portillo. Más.
Conocido como Emiliano Zapata, fue uno de los líderes militares y campesinos más importantes de la Revolución Mexicana y un símbolo de la resistencia campesina. Estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur.

También fue conocido como el «Caudillo del Sur». Fue ideólogo e impulsor de las luchas sociales y las demandas agraristas, así como de justicia social, libertad, igualdad, democracia social, propiedad comunal de las tierras y el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras de México, víctimas de la oligarquía y el latifundismo de los hacendados del Porfiriato. Aunque Zapata fue excluido, junto con Pancho Villa, del Congreso Constituyente de 1917, a ellos se debe el constitucionalismo social que de ahí surgió, especialmente el artículo 27.1​.

Zapata nació en una familia campesina, hijo de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar. Tuvo séis hermanas: Celsa, Ramona, María de Jesús, María de la Luz, Jovita y Matilde. Y tres hermanos: Pedro, Eufemio (quien también alcanzó el grado de General en la Revolución) y Loreto. Su abuelo materno, José Salazar, militó en el ejército de José María Morelos y Pavón durante el sitio de Cuautla; sus tíos paternos Cristino y José Zapata lucharon en la guerra de Reforma y en la Intervención Francesa a las órdenes de los generales Carlos Pacheco y Porfirio Díaz.

Su infancia se desarrolló en el contexto del latifundismo porfirista en Morelos. Realizó sus primeros estudios con el profesor Emilio Vara, quien había sido un viejo soldado juarista.
A sus nueve años de edad, al presenciar el despojo de tierras a campesinos ocasionadas por hacendados de la zona, y después de escuchar a su padre que le respondía que nada podía hacerse, le dijo:

- ¿No se puede?
-Pues cuando yo sea grande, haré que las devuelvan.

Tenía 16 años cuando murió su madre, y once meses después perdió a su padre.​ Pronto trabajó como labrador y arriero. El 15 de junio de 1897 fue aprehendido por las fuerzas rurales de Cuernavaca, durante la fiesta del pueblo de Anenecuilco. Su hermano Eufemio logró que lo dejaran en libertad pistola en mano. Por esta razón, los hermanos Zapata abandonaron el estado. Emiliano permaneció un año trabajando en la hacienda de Jaltepec en Puebla.

En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla para discutir la forma de defender sus tierras y las del pueblo frente a los hacendados colindantes. Su rebeldía lo condenó a la leva (conscripción), y en 1908, Zapata fue incorporado al 9° Regimiento de Caballería, bajo el mando del coronel Alfonso Pradillo.​ En Cuernavaca, Zapata fue asignado como caballerango de Pablo Escandón, Jefe del Estado Mayor de Porfirio Díaz; tras lo cual fue trasladado a cumplir las mismas funciones bajo el mando de Ignacio de la Torre, yerno del General Porfirio Díaz, quien le tomaría especial afecto por su destreza y conocimiento con los caballos.

El 12 de septiembre de 1909, Emiliano Zapata fue elegido líder o presidente de la Junta de Defensa de las Tierras de Anenecuilco-Villa de Ayala-Moyotepec, ​ donde empezaría a analizar documentos que se originaron en el virreinato que acreditaban los derechos de propiedad de los pueblos sobre sus tierras, los cuales habían sido negados por las Leyes de Reforma, sobre todo la Ley Lerdo que obligó a las corporaciones civiles a vender o ser expropiadas las tierras improductivas, lo cual fue motivo en su tiempo del apoyo de varios líderes indígenas como Tomás Mejía a los gobiernos conservadores mexicanos y al Segundo Imperio Mexicano. Estas leyes además fueron aprovechadas por varias personas para acrecentar sus tierras de manera ilegal al solicitar la propiedad de zonas comunales que los pueblos no trabajaban. Por esto, se convertiría en dirigente agrario de Morelos, su estado natal.

En febrero de 1910 fue incorporado por la fuerza al Noveno Regimiento de caballería con sede en Cuernavaca, con el grado de soldado raso.​
En mayo de 1910 recuperó por la fuerza las tierras de la Hacienda del Hospital que eran protegidas por el jefe de policía, José A. Vivanco, y que dejó en posesión de los campesinos del lugar. Por este hecho tuvo que escapar varias veces del gobierno, pues fue declarado bandolero.​ Algunos meses después participó en la reunión que se celebró en Villa de Ayala, con objeto de discutir lo que después se convertiría en el Plan de Ayala. Reunió a los vecinos de tres pueblos: Anenecuilco, Villa de Ayala y Moyotepec. Con ellos inicia un nuevo reparto de tierras derribando las cercas.

La guerra por parte del gobierno tomó perfiles despiadados en el norte. El gonzalista Jesús Guajardo le hizo creer a Zapata que estaba descontento con Carranza y que estaría dispuesto a unirse a él. Zapata le pidió pruebas y Guajardo se las dio al fusilar a aproximadamente cincuenta soldados federales, con consentimiento de Carranza y Pablo González, y ofrecerle a Zapata armamento y municiones para continuar la lucha. Así, acordaron reunirse en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919.

Zapata acampó con sus fuerzas a las afueras de la hacienda, y se acercó a la misma acompañado únicamente por una escolta de diez hombres. Al cruzar el dintel, un ordenanza apostado a la entrada, tocó con su clarín la llamada a honores. Esa fue la señal para que los tiradores, escondidos en las azoteas, abrieran fuego contra Zapata, que alcanzó a sacar su pistola, pero un balazo se la tumbó. No pocos condenaron el procedimiento. Además, esto dio lugar a que, una vez muerto por más de veinte balas de escopeta en el cuerpo, Zapata se convirtiera en el propagador de la revolución y símbolo de los campesinos desposeídos. El movimiento continuó, aunque ya con menos intensidad, y los zapatistas acordaron nombrar a Gildardo Magaña Cerda jefe del Ejército Libertador del Sur. Él sería el último, pues casi un año después, los antiguos compañeros de Zapata se integrarían al gobierno aguaprietista, aunque algunos de ellos serían asesinados por el mismo gobierno.

Entre la gente común del estado de Morelos, que se negaba a dar crédito a la muerte de Zapata, circulaba la creencia de que no era su caudillo el que había sido asesinado por Guajardo. Se decía que le hacía falta un lunar, que si Zapata era más alto o más moreno. Se decía que no era posible que, si Zapata había escapado a tantas emboscadas y siempre había tenido tan buen olfato para los engaños, hubiera caído de esta manera. Se decía que Zapata había mandado en su lugar a uno de sus compadres, con quien compartía un gran parecido. Desgraciadamente la identificación del cadáver de Zapata por parte de antiguos compañeros de armas y gente cercana fue contundente: el cadáver correspondía al caudillo del sur.

El cadáver fue exhibido en Cuautla, Morelos, el 10 de abril de 1919.

Hace algún tiempo, se publicó un texto que cuestiona la versión oficial de la muerte de Zapata en la Hacienda de Chinameca. Hasta la fecha no ha habido una respuesta pública, con argumentos, ni siquiera de historiadores profesionales, que refute este cuestionamiento a la versión oficial.
Zapata es el autor de la famosa frase:

«Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado.»

PUJANTE, fotógrafo (27 de enero de 2019).
(27 de Enero de 2019)