Lagos: Las murallas de Lagos, edificadas en los reinados de Manuel I, João III y Filipe I rodeaban completamente la ciudad para defenderla de la piratería y de las flotas hostiles. Sufrieron obras de restauración en 1960, en la época de las conmemoraciones Henriquinas. Por su conservación y extensión están entre las más importantes del Algarve. En el conjunto, destacan los Baluartes y las Puertas (de Santa Maria, de la Plaza de Armas, Conceição, Alcaria o de las Freiras, Puerta de los Quartos, de Santo Amaro o de Paiol, de São Francisco y Torre de Trem), a partir de las cuales es posible tener bellas perspectivas de la ciudad. Mercado de Esclavos: En 1444 llegan a Lagos los primeros esclavos procedentes de África, dando origen al primer mercado de esclavos. El primer piso fue utilizado como Casa de Administración y Aduana, Casa de Guarda y Prisión Militar. Este mercado de esclavos tiene una simbología que se vincula a la tradición popular, sabiéndose que el primer mercado de esclavos, traídos por las carabelas procedentes de África, se realizó en el Rossio da Trinidad, a las puertas de la localidad. El piso bajo actualmente está ocupado por una galería de Arte. El piso superior está compuesto por una única sala, estando grabadas en su fachada las armas del Marqués de Nisa.

(22 de Abril de 2019)