Caminha es un bonito pueblo del norte de
Portugal, sede de município, localizado bien en la desembocadura del río Miño, en un lugar agraciado por la naturaleza, fronterizo con
España. La fertilidad de los suelos, la abundancia de vegetación y la facilidad de comunicación y producción de bienes que el río Miño posibilita, llevaron a la fijación de poblaciones humanas desde remotos tiempos.