Portada y torre de la Iglesia de Santo Domingo, Viana do Castelo
Siguiendo las ideas de Santo Tomás de Aquino, Frei Bartolomeu dos Mártires creía que había dos tipos de infidelidad. El primer tipo de incrédulo era el que no sabía y nunca había oído la palabra cristiano, éste, al morir, fue perdonado de su pecado. El segundo tipo era el que sabía, pero que negaba la palabra de Cristo o se oponía a ella, no siendo perdonado si moría en esta condición.