Dando la vuelta al palacio, Viana do Castelo

Sin embargo, esta princesa también era extremadamente tímida, razón por la cual se escondía de la mirada de las personas que pasaban para contemplar el castillo. Un día esta princesa se enamoró de un chico que vivía al otro lado del río, quien también la amaba mucho. Estaba tan feliz de verla que, cada vez que regresaba a la otra orilla, decía feliz: “ ¡Vi a ANA! VI A ANA DO CASTELO!”. Lo repitió tantas veces que empezaron a llamar “Viana do Castelo” a la ciudad donde vivía la princesa.
(24 de Mayo de 2022)