A lo largo de la Edad Media, Viana se convierte en un importante puerto marítimo y durante la época de los Descubrimientos portugueses, el puerto de Viana era el tercero con más movimiento del país. Ya en el siglo XX se construye una flota bacaladera en los astilleros de
Viana do Castelo para la pesca del bacalao en los mares del norte. Viana es tierra de tradiciones y fuerte historia, presente en sus bien cuidadas, calles y caminos, de fuerte fervor religioso y gran herencia de casas señoriales.